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viernes, 12 de febrero de 2010

JJ OO VANCOUVER 2010


Comienzan los Juegos Olímpicos de invierno, en Vancouver. Podemos hablar de muchas cifras, algunas aburridas y otras más curiosas: 206 deportistas canadienses, 18 españoles ó un esquiador keniata, (ya puede tener buen estilo, porque se le va a ver muy bien entre la nieve). Es la tercera vez que Canadá alberga unos JJOO, tras los de verano de Montreal 1976 y los de invierno Calgary 1998: pues bien, cuando han sido anfitriones no han ganado una sola medalla de oro. Los nervios…

Pero me gustaría hablar de aspectos que envuelven a los Juegos y no son meramente deportivos. Hace unos meses, cuando estábamos colaborando con la Candidatura de Madrid 2016 conocí a Patrick Jarvis, miembro del Comité Organizador de Vancouver 2010 (VANOC). Nos habló sobre un aspecto primordial de los JJOO: “el Legado”.

Yo sabía que unos JJOO son una inmensa fiesta que dura dos semanas y cuyas consecuencias transcienden durante muchos años. Actúan de catalizador en los diferentes procesos de desarrollo de la ciudad: urbanísticos, de infraestructuras, económicos, etc. Como ejemplo, basta citar que cuando finalizaron los de Barcelona 1992, el Ayuntamiento envió a cada ciudadano el plano de la ciudad, y Barcelona pasó a ser el tercer destino turístico de Europa durante los siguientes años. (Uniendo ambos datos se me ocurre que parte de los turistas podían ser los propios barceloneses).

Lo que me sorprendió de la charla de Patrick es que el legado comienza a fraguarse 6 años antes de comenzar los juegos: el día que una ciudad decide aspirar a albergar unos juegos, ya se está pensando en el legado, y sus efectos aparecen antes de comenzar los JJOO, independientemente de que estos se consigan.

El VANOC creó una organización “2010: Legado ya” con la intención de que la sociedad siguiera evolucionando, organizasen o no los Juegos. Así se crearon 33 programas dirigidos a grupos de riesgo: niños del centro de la ciudad cuyas únicas salidas son la droga y la cárcel; aborígenes (First Nations), indios norteamericanos, socialmente excluidos y con altas tasas de alcoholismo, etc.

“Vamos a hacer que los Juegos sean parte de su vida”, se decían. Contaba Patick Jarvis que “al principio el gobierno gastaba cero euros en estas iniciativas. Solamente este año se gastarán 18 millones de euros que no suena a mucho dinero, pero para los niños del programa realmente lo es”. Estos programas incluyen tanto como artísticas, culturales o educativas.

El deporte como medio de integración social, nos hace a todos iguales: ese es su gran componente mágico. Da igual dónde hayas nacido, tu raza, tus posibilidades económicas o tu entorno social porque, encima de una bici, con un palo de hockey o con una raqueta en la mano, estas diferencias se diluyen como en ningún otro entrono. ¿Va por ahí el “espíritu olímpico”? …

KL-NT

Fuentes fotos: "Cuestionario de Madrid 2016 Ciudad Aspirante" y "www.vancouver2010.com"

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